Minata es el sobrenombre de María Ignacia Rodríguez. “He circulado toda la vida con este sobrenombre”, cuenta esta periodista, maquilladora y cosmetóloga. “A mucha gente le parecía extraño, porque sonaba medio japonés”, recuerda. Y aunque ella no tiene nada de japonés, y es de pura cepa chilena, sí le tocó vivir en Tokio a principios de los 90’s donde desarrolló su fascinación por el maquillaje y el cuidado de la piel.

De regreso en Chile, estudió periodismo en la Universidad Católica. “En ese momento dedicarse al maquillaje en forma profesional, no era una opción válida para alguien con una educación formal como la mía”. Minata fue periodista hasta el 2004, año que decidió dar el salto y probar suerte con el maquillaje que hasta ese momento era solo un hobby.

Al año siguiente inauguró Minata Make-Up Studio, que se convirtió en el primer estudio de maquillaje del país. El proyecto resultó ser un exitazo ya que recogió el interés de las mujeres de muchas mujeres por aprender a sacarse partido. También tuvo el mérito de abrir las puertas hacia una nueva veta laboral para muchas personas que sentían interés por este oficio, pero que no se atrevían a dar el paso por prejuicio o temor.

“Para mí Minata Make-up Studio fue un punto de inflexión”, recuerda Minata “y no sólo porque me hizo cambiar de giro laboral para siempre, sino porque patentó mi curioso sobrenombre, convirtiéndolo en una marca de belleza”.